La diabetes es un trastorno metabólico grave y crónico en el que el cuerpo no produce suficiente insulina o la insulina que se produce es disfuncional. Afectando a casi el 7 por ciento de las personas en los EE.UU., la diabetes es una de las principales causas de muerte y se considera una enfermedad en crecimiento. De los 24 millones de estadounidenses con diabetes, se estima que sólo alrededor de 18 millones de pacientes han sido diagnosticados. Las personas con niveles altos de azúcar en la sangre pueden experimentar sed creciente, hambre excesiva o micción frecuente.

Los tipos más comunes de diabetes incluyen diabetes insulinodependiente (comúnmente conocida como diabetes tipo 1), diabetes no insulínica (comúnmente conocida como diabetes tipo 2 o diabetes de adultos), diabetes gestacional (inducida por el embarazo) y prediabetes como alteración de la tolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina o síndrome metabólico). Todos los tipos de diabetes son médicamente tratables, y la diabetes tipo 2 es con mucho la más común. 9 de cada 10 diabéticos tienen diabetes de aparición en adultos.

El tratamiento de la diabetes incluye mantener una dieta saludable, llevar una vida activa y monitorear los niveles de glucosa en la sangre. Las inyecciones de insulina o medicamentos orales son necesarios para muchas personas, también. Aquellos que se someten a los cambios de estilo de vida recomendados y el tratamiento a menudo son capaces de retrasar o evitar las complicaciones de la diabetes, que incluyen trastornos de la piel, glaucoma, cataratas, daño a los nervios, cetoacidosis, enfermedad renal, presión arterial alta, HHNS, gastroparesia y accidente cerebrovascular.